El café

Recuerdo que cuando era niña, un café en el desayuno significaba fiesta y celebración, pues solo en fechas especiales podía saborearse un buen café, eso si, debía consumirse siempre con leche, mi madre siempre ha dicho que no es apto para niños y como siempre, cuida cada detalle en nuestra alimentación.

Con el tiempo y las ocupaciones, el café se volvió una buena solución y de alguna manera era una buena herramienta para salir del paso, aunque lo admito, nunca me ayudó para mantenerme despierta (ha de ser porque parece ser mi estado natural). Como dice la canción: "me gusta el olor que tiene la mañana, me gustar el primer traguito de café"... 

Después, con la edad llega la incertidumbre y la calma,  empecé a disfrutar de verdad; entonces, vuelve a mi esa sensación de fiesta, de felicidad y plenitud absoluta.

Que fortuna poder percibir ese olor que me llega hasta el alma y disfrutar ese sabor que siempre será oportuno, aunque no siempre llegue cuando debe ser.

Me gusta el café de las 3!

1 comentario:

EdissonR dijo...

Lleva a momentos de café... Qué tal un café y continuas la historia?..