Por estos días de verano es normal ver a las chicas en la playa haciendo topless y como si fuera poco y no hubiese en qué pensar, se generan debates en las noticias por si se debe ir con ropa a las playas nudistas o no...En las playas corrientes nadie mira a nadie, todos vamos a disfrutar.
En los ríos es otro paseo, (buahhhh si los ríos son una delicia) aquí la historia es otro cuento, todos a zambullirnos, clavados por aquí y por allá, agua fresca y plan un poco más conservador.
Pues acontece entonces, que el fin de semana pasado una mujer x viene al río con dos amigas, esta era blanca, de pelo a negro, corte a los hombros, contextura media, por su rostro parecía 50 y 60 años de edad; lucia un bronceado con una tanga hilo de color rosa, por lo demás totalmente desnuda, incluido su ser. Esto lo digo porque la mujer durante toda la tarde lo que hizo fue, mojarse un poco en el río y pavonearse por el lugar hasta llegar a su sitio, que estaba ubicado junto a tres chicos jóvenes muy musculosos que llevaban su equipo de sonido a todo volumen, luego jugaba con su cabello y bailaba al ritmo que le salía del alma.
Soy una mujer curiosa, así que cada que tenía la oportunidad me embelesaba mirándola, ella era completamente consciente de su desnudez, sabía que la gente la miraba y la mayoría se burlaba por lo ridícula y vieja que tal vez podía parecer; pero yo veía un poco más, (ademas de sus tetas bien puestas y sin cirugías) veía en ella la increíble sensación de libertad y las ganas enormes de sentirse viva, pues en medio de la multitud era solo ella consigo misma, poco le importaban los mirones y sus comentarios burlones; era solo ella, la música y su existencia.
Quise compartir con mis amigos lo que veía, pero los demás solo veían lo que su iris percibía. El mío encontró lo mportante que es para mí el respeto por el otro y el sentir la libertad.
En los ríos es otro paseo, (buahhhh si los ríos son una delicia) aquí la historia es otro cuento, todos a zambullirnos, clavados por aquí y por allá, agua fresca y plan un poco más conservador.
Pues acontece entonces, que el fin de semana pasado una mujer x viene al río con dos amigas, esta era blanca, de pelo a negro, corte a los hombros, contextura media, por su rostro parecía 50 y 60 años de edad; lucia un bronceado con una tanga hilo de color rosa, por lo demás totalmente desnuda, incluido su ser. Esto lo digo porque la mujer durante toda la tarde lo que hizo fue, mojarse un poco en el río y pavonearse por el lugar hasta llegar a su sitio, que estaba ubicado junto a tres chicos jóvenes muy musculosos que llevaban su equipo de sonido a todo volumen, luego jugaba con su cabello y bailaba al ritmo que le salía del alma.
Soy una mujer curiosa, así que cada que tenía la oportunidad me embelesaba mirándola, ella era completamente consciente de su desnudez, sabía que la gente la miraba y la mayoría se burlaba por lo ridícula y vieja que tal vez podía parecer; pero yo veía un poco más, (ademas de sus tetas bien puestas y sin cirugías) veía en ella la increíble sensación de libertad y las ganas enormes de sentirse viva, pues en medio de la multitud era solo ella consigo misma, poco le importaban los mirones y sus comentarios burlones; era solo ella, la música y su existencia.
Quise compartir con mis amigos lo que veía, pero los demás solo veían lo que su iris percibía. El mío encontró lo mportante que es para mí el respeto por el otro y el sentir la libertad.
Esto me devolvió a nuestro principio, a la filosofía que el buen amor me enseñó: “cada quien está donde quiere estar”
Estar desnudo o no (en todos los sentidos) es algo que atañe de manera tan intima a cada persona, que a mi manera de ver, así debería ser siempre, en todo momento y en cada lugar.
Mirones, disfrutar del espectáculo mientras los demás vivimos nuestro ser y nuestra libertad!
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