Next!

Después de mil películas en mi cabeza, de tener las neuronas congeladas y unas cuantas horas en automático, llegué perezosa, de mala gana y sin expectativas a la coordinada cita del destino, sugerida por otros, pero programada por nosotros.

Allí estaba yo sentada, esperando, preocupada por mi batería y no por lo que podría suceder...La puerta se abrió, el espacio mágicamente se iluminó y el mencionó un nombre que no recuerdo y al que yo no presté atención; pero era yo y el estaba esperando por mi, así que seguí, la puerta se cerró y mis neuronas pasaron de estado de congelamiento a estado de confusión, yo estaba perdida escuchando atentamente la historia, perdida en esos ojos negros, redondos y un tanto achinados, enmarcados en unos enormes lentes que maximizaban su belleza y mi atención.

Tres horas pasaron y el universo entero se redujo en lo único a lo que mis neuronas podían percibir: sus ojos y su cabello que parecía tan suave.   Mis ojos en complicidad, seguían sus manos y todo lo que hacían como señal de atención. 

Finalmente aprendí a ser bambú y fui consciente nuevamente de que nada de lo que hago tiene sentido cuando no lo disfruto y así llegó la hora de irme, con la incertidumbre de lo que representa ser una A, pero con la plena certeza de que el encuentro se repetirá.  
Hubo en mi la necesidad y oportunidad de seguir, de dejar, soltar y avanzar, de querer saber y conocer mas, pero en definitiva de sentir y disfrutar cada día más!
En definitiva pudo haber sido, pero se quedó en lo que es y en lo que seguramente seremos algún día, después de un tiempo y de recorrer juntos un poco del mundo...


A alguien que calma, que reta, que hace parecer todo tan fácil!

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